lunes, abril 23, 2007

Abril, días de gloria

Indiscriminadamente pretendieron acallar la voz un pueblo que se resistía a ser parte del mutilamiento de su democracia, que asombrosa valentía defendieron y entregaron sus vidas por el más sagrado deber que puede poseer ser humano alguno, la patria. Bombardeos, fuego de metralla, el grito de los heridos, el olor a pólvora, dieron la batalla gallardos dominicanos que realizaron su deber y se volvieran de sus tumbas lo harían otra vez.

No importada el enemigo, una descomunal fuerza militar enviada a pisotear y derrotar a los rebeldes comunistas, lo que olvidaron es que eran dominicanos. El presidente Lindon Johnson no contaba jamás con la idea de que un país pequeño de negros y mulatos le humillara las perfectamente entrenadas tropas de las Fuerzas Interamericana de Paz.

En lo más profundo de la conciencia de los dominicanos está presenten aquellos grandes momentos en los que el mundo admirado veía las escenas de los sub-entrenados milicianos de las fuerzas dirigidas por el coronel Francis Caamaño, infringirles cuantiosas bajas a los invasores. Seguro que estos momentos no volverán, porque en los hombres valientes de Santo Domingo fueron asesinados en Abril de 1965.

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