La realidad Dominicana II

Al pensar a Santo Domingo la siento distante y lejos; no por el hecho de sea un exiliado económico, que halla tenido que emigrar por la razón de que es imposible allá siquiera pensar en tener un empleo descente, me siento lejos porque a lo que realmente deberían aspirar no sólo los políticos, sino todos es a un país que pueda avanzar. Pero en todo lo que leo es el retroceso, la politiquería barata, el despilfarro, el robo, la corrupción, el llantaje.

Pero veo también, sin animo de ser pesimista más bien realista, es que el hambre, la pobredumbre, la falta de asistencia, la poca atención a la educación, la vivienda, el transporte, la energía eléctrica, las asistencia en los hospitales públicos, las fuentes de empleo y otros males están acabando con el país. Y el peor de los males los políticos son los artífices y creadores de todas esas cosas que continúan destruyéndonos como nación.

Porque de continuar la situación en la Santo Domingo, podría muy bien suceder un terrible gobierno militar, terrorífico, asesino y despiado. Ante el vacío de poder y de desconformidad de la mayoría de la gente, y con la tradición golpista de nuestro militares es un afirmación que no dudo que pase, porque acarrería muchas dificultades.