martes, diciembre 19, 2006

El tigre

La tierra se abrió y una nube espesa comenzó salir de un agujero que se había formado por el movimiento telúrico, emergía un ser femenino, vestida de blanco, con un básculo que emanaba una luz cegadora: La Madre Naturaleza hacia presencia ante los animales de la selva, en busca del tigre de Bengala.

Le rodearon por el norte, sur, este y oeste; ella en el centro esperó unos segundos y el tigre preséntose, esperó, miró y preguntó:

-¿Con desesperación me buscas? aquí estoy-.

-"En este importante día"-inició-,Ante ustedes te ofrezco alas para que puedas volar, podrás continuar dominando los cielos como lo haces en la tierra y no tendrás par alguno que se te compare.

Un silencio sepulcral arropó la selva, de pronto ¡trum! un rayo, todos se miraron espantados; el tigre se mantuvo incólume, mirada fija, patas firmes. Todos le miraron, le envidiaban, crecía el murmullo entre todos, creyeron que aceptaría. Esperaban con impaciencia su respuesta. Mientras el reflexionaba, Madre Naturaleza hacia una muesca esperando; el tigre tomaba su tiempo, al fin resuelto respondió:

-Tan gran ofrecimiento es tentador, pero ¿Seré en lo cielos tan hábil como en la tierra? ¿Poseeré la misma agilidad para salir de los matorrales y correr por los pequeños arroyos y atrapar a mi presa? ¿La paciencia que es característica de mi linaje la tendré al volar? ¿Dominaré los animales como el verdadero rey que soy, donde hasta el humano me teme y respeta?

"En los cielos, sería una indefensa ave que aprende a volar, sin lugar donde estar, sin pena ni gloria. Estaría a merced de las aves rapaces y caería víctima de sus ataques. No podría utilizar tan ágilmente mi garras ni estrangularía mis presas. En la batalla cuerpo a cuerpo o existe rival que se compare con mi fuerza, destreza y el poder de mis patas delanteras. No deseo alas ni los cielos, continuaré en la libertad que me ofrece la tierra y el alberque de la selva verde.

S
e miraron unos a otros al escuchar las cuestionantes y su explicación. La Madre Naturaleza interrumpió sus cabilaciones: ¿Desechas la posibilidad de volar? a lo que el tigre respondió: Sí.

Ahora comprendían porque el tigre les dominaba, de la perpeglidad pasaron a la admiración, entendieron la inteligente elección.

-Has elegido con sabiduría, has evadido un obstáculo que podrían fin a tu especie, pero la has salvado de la extinción. Continuarás reinando terrenalmente a los demás animales, continuarás siendo el temido Tigre de Bengala-.

Con estás palabras la tierra tembló nueva vez, los cielos se tornaron rojos, truenos y rayos surcaban el horizonte, la Madre Naturaleza descendía a los confines de la tierra con básculo en mano, despidiéndose. El Tigre miró en rededor a todos, volteó, y de subito se perdio en la verde maleza del bosque.





1 comentario:

Baakanit dijo...

Buena elección esa del amigo tigre.
Se parece a alguien que conozco!